Exfolia tu piel un día antes para eliminar células muertas y sacar los vellos que hayan podido quedar atrapados bajo la primera capa de piel.
Depílate durante las noches, ya que esto le dará mas tiempo a tu piel de regenerarse.
Si no tienes espuma o gel especial para depilarte, puedes utilizar acondicionador, no debes de usar jabón ya que además de generar irritación, el jabón no proporciona el mismo deslizamiento que los geles, por lo que puede generar cortes en la piel.
Depílate de abajo hacia arriba, es decir, del lado contrario donde nacen los vellos.
Al terminar la depilación tonifica tus piernas usando leche y agua para evitar irritaciones y manchas rojas, además esto te ayudara a disminuir el tamaño de los poros evitando que la suciedad entre en ellos.